Halo

Halo

Hoy no voy a hablaros de adopciones. Ni de lo guapo, bueno y cariñoso que es Halo. Tampoco voy a publicar sus mejores fotos. Hoy os enseño el estado en el que llegó Halo al refugio.
Desnutrido, con un labio roto, una oreja cortada, problemas en sus ojos. No es un caso único en nuestro país. Sirva su ejemplo para dar visibilidad a todos esos otros Halos que hay por toda España.
Si somos capaces de hacer cosas como esta a otros animales ¿En qué lugar nos dejan nuestros actos como especie? ¿Qué es eso que llamamos humanidad?
Hoy quiero hacer un alegato en pro de los animales y especialmente en pro de los perros.
El mejor amigo que un hombre pueda tener en este mundo, podrá volverse en su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud. Aquellos que están más cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en traidores.
El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se esfumará de él, quizás cuando más lo necesite.
La reputación de un hombre quedará en entredicho por un momento de locura o debilidad.
Las personas que están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros éxitos, serán las que arrojen la primera piedra cuando el fracaso nuble nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a traicionar o negar, es su PERRO.
Y sí amigos , el perro de un hombre permanece a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Dormirá en el suelo frío donde sopla el viento y cae la nieve, sólo para estar junto a su amo.
Besará la mano que no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que produce el enfrentamiento con el áspero mundo.
Y cuando llegue el último acto y la muerte se lleve al amo en sus brazos y su cuerpo sea enterrado en la fría tierra, no importa que todos los amigos hayan partido. Allí, junto a la tumba, se quedará el noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y alertas, noble y sincero, fiel y verdadero más allá de la muerte’.

Busco un hogar donde ofrecer todo mi cariño, pero, si no puedes llevarme a casa, también puedes ayudanos con una donación.

¡Infinitud de lametones para vosotr@s! ¡Gracias!

Categorías: ,
Scroll al inicio